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domingo, 8 de noviembre de 2009

Perdidos en la Isla de los Náufragos


-armstrong freelance-

(debería firmarlo hoy THEONE)



En este cuaderno de bitácora a veces uno escribe algo para iniciar una tertulia de amigos, una buena conversación con el café. Algo parecido a lo que hace el chef Damunt con su CHARLA DE SOBREMESA.

Esta vez, uno de los isleños de Lord Howe, THEONE, dejaba un comentario en ESCRITOS A DIARIO que este australiano quiere guardar y lo pone en TERTULIANOS DE LA ISLA para que usted, lector, disfrute de este relato escrito por este amigo.

Escribe THEONE:

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“THE ONE. dijo

Cuenta los libros de viajes que, en Australia entre las pocas tribus de indígenas que deambula por la gran extensión de tierra, existe una que todos su componentes levanta el campamento al amanecer y cada uno de los integrantes, tiene un quehacer, uno recoge madera, para hacer fuego por la noche, para dar calor y a la vez evitar que se aproximen la fieras del desierto, otro es el guía, se adelanta al resto del grupo y les lleva a través del desierto por los caminos mas llevaderos hasta que anochece y les busca el mejor aposento para pasar la noche.

Se pasa toda la vida de un lado hacia otro, sin acercarse a las poblaciones urbanizadas.

Pues cuenta que uno de los integrantes de esta tribu, no tiene mas ocupación durante su vida, lo fue su madre y su abuela, la de escuchar aquellos que tienen una tristeza, una amargura, una enfermedad.

Cuando llega la noche, ella se desplaza unos metros del grupo, con una manta y su almohada y espera que se le acerquen los tristes, los más desgraciados, los enfermos.

Y no tiene ni fármacos, no ungüentos, solo le pone una mano en el hombro y escucha.

Hay noches que escucha a diez y otras con uno solo pasa toda la noche, por lo desgraciado que se encuentra.

Porque según su ministerio, ella cree que la solución de los problemas están en nosotros mismos, no dependemos para ser feliz de nadie, sino de nosotros mismos, lo que sucede es, que unos necesitamos mas tiempo que otros en encontrar en nuestra mente la solución.

El día que todos, los indígenas y los urbanistas nos demos cuenta de nuestro poder psíquico, ese día seremos felices y haremos felices a quienes nos conozcan.

Besos para las niñas y saludos para los niños amigos de la Isla”

06 Noviembre 2009, 12:38

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo no me creo el cuento
En cambio, sí creo que la bruja quiere que me coma la manzana, la muy, muy...ella.
Suerte que luego vendrá el príncipe y me besará, y yo me despertaré y él me querrá mucho, mucho...